lunes, 8 de abril de 2024

Sobre la anarquía relacional

anarquía relacional
La anarquía relacional cuestiona la idea de que el amor es un recurso limitado que solo puede ser real si se limita a una pareja:   Andie Nordgren

  | Image by: https://www.jorgedominguez.net/



Arromanticismo, swinging, poliamor, relaciones abiertas, matrimonio grupal. Hay todo un mundo fuera de la monogamia que se comienza a visibilizar más por estos tiempos. Pero no todo lo que se distancia de lo que se suele llamar la “mononorma” (la monogamia impuesta por defecto en los vínculos) tiene el mismo color. Hay variantes, matices, y una de ellas es la anarquía relacional. Esta forma, que eligen algunas personas, resulta una de las más radicales en su cuestionamiento a las relaciones amorosas y sexuales tradicionales. Veamos por qué.

De la monogamia a la pareja abierta hay un trecho, de la pareja abierta a la anarquía relacional hay unos kilómetros más. La unión que se arma de a dos y que permite que los miembros de la pareja tengan relaciones con otros, es una versión dosificada o light del amor libre. Incluso puede que el acuerdo sea “no me entero de sus otras relaciones así no sufro” (se llama en la jerga “ojos que no ven corazón que no siente”). Para la anarquía relacional es distinto. No hay entre dos personas acuerdos, reglas, compromisos o promesas que enmarquen las relaciones. Hay un presente continuo y cambiante sostenido en las cuestiones del sentir-deseo.

Construir relaciones sexo afectivas desafía la norma y paradigmas expuestos hasta hoy, según el modelo hegemónico y se plantea la posibilidad de otras maneras de relacionarse, bajo nuevas ideas.

Si la norma nos habla de vínculos entre un hombre y una mujer, de manera monogámica y exclusiva, hoy podemos hablar de familias homoparentales. Esto a una larga lucha que aún tiene mucho por cambiar.

Aquí te dejo esta imagen donde puedes ver un mapa mental con la infinidad de tipos de no-monogamia.

AR
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Origen del término

El término "anarquía relacional" fue acuñado por Andie Nordgren, una activista sueca que escribió el 'Manifiesto de la anarquía relacional' en 2012. La autora explica que "el amor es abundante, y cada relación es única".

Según Nordgren, el amor no es un recurso finito y sugiere que "personalices tus compromisos" y diseñes tus propias responsabilidades en cada relación basadas en el deseo, en lugar de en la presión social.

Parece que requiere una confianza increíble, madurez y mucho trabajo. Pero así ocurre también en todas las relaciones exitosas. Yo tengo una relación monógama, pero creo que todos tenemos mucho que aprender de los principios de la poligamia, desde cómo los polígamos gestionan los celos hasta cómo examinan lo que los une a ti y a tu pareja principal más allá de la exclusividad sexual (es decir, el amor verdadero).

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Definición

AR
Los protagonistas de 'Sin compromiso' eran algo así como anarquistas relacionales, pero al final no.  |  Cortesía de Paramount Pictures



La anarquía relacional (AR) es el planteamiento y la práctica de formar relaciones que no estén sometidas a un conjunto preexistente de categorías dictado por la norma social. Se basa en las ideas y principios del anarquismo social (rechazo a las prácticas autoritarias y jerárquicas y ejercicio de la autogestión colectiva) aplicándolos y adaptándolos a la gestión de los vínculos entre las personas.

Los conceptos anarquistas que habla de nuevas maneras de relacionarnos piensan en modelos no hegemónico, siempre que sean acordados y de mutuo consenso. Estas otras formas relacionales que difieren del modelo hegemónico son las parejas abiertas, el movimiento swinger, el poliamor y las no monogamias éticas o consensuadas.

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Fundamentos

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Un símbolo alternativo para la Anarquía Relacional propuesto en el blog “el Bosque en el que vivo”. Está basado en una visión que implica necesariamente un cambio en la organización social, en la forma que se estructuran todas las relaciones sociales y no solo en su aspecto afectivo y en el que los colores tienen que ver con la diversidad, cada nodo es de color distinto pues cada vínculo tiene sus significados, sus propias dinámicas internas y sus propios códigos.



Las prácticas que derivan de la AR desafían la normatividad y, particularmente la normatividad social hegemónica. Otras formas relacionales que difieren del modelo hegemónico son las parejas abiertas, el movimiento swinger, el poliamor y las no monogamias éticas o consensuadas. El término poliamor se ha empleado a veces como término paraguas para representar todas las prácticas que no exigen exclusividad afectiva y sexual. La AR, sin embargo, no se focaliza en impugnar la exclusividad afectiva y sexual sino en criticar el formato de los vínculos como categorías normativas cuyas características vienen dadas por una forma cultural de autoridad. Es decir, que plantea cambiar cómo nos vinculamos, no con cuántas personas nos vinculamos. Propone que los vínculos sean autogestionados en lugar de normativos y, por tanto rechaza establecer una distinción formal entre los diferentes tipos de relaciones que define prescriptivamente la cultura dominante.

Las personas anarquistas relacionales ven cada relación (sexo-afectiva o no) como un vínculo particular y no como un elemento dentro de una categoría establecida por las normas sociales como por ejemplo "en una amistad", "en una relación de pareja", "en una relación abierta", etc. El término "Relationsanarki" fue acuñado en 2005 por Andie Nordgren, y en sus primeros años fue el tema de la tesis de licenciatura de Jacob Strandell e Ida Midnattssol. Fue tratado en algunos talleres del OpenCon 2010, y por la profesora de la Open University Dr. Meg Barker en una presentación en 2013. En marzo de 2020 ha aparecido el primer libro dedicado monográficamente a la anarquía relacional: "Anarquía Relacional. La revolución desde los vínculos" editado posteriormente en catalán y en inglés. En abril de 2023 se ha publicado "Anarquía Relacional. Una novela gráfica"8​, que combina textos teóricos con un relato vivencial gráfico.

Un efecto secundario de la práctica de la AR es la posibilidad de mantener múltiples vínculos sexo-afectivos, dado que no se diferencia unas relaciones de otras con etiquetas como "romántica" o "de amistad", pero eso no implica que todos los vínculos han de ser iguales en términos de intensidad, pasión, entrega, tiempo, etc. Los rasgos de cada relación son diferentes, pero no están sometidos a las expectativas asociadas a una categoría concreta. Pese a que las personas que propusieron el término y lo divulgaron insistieron en que la AR no está relacionada con el poliamor más que de manera tangencial, el tema de si se han desarrollado en común o son movimientos o subculturas independientes y diferenciadas se ha tratado por ejemplo en el blog "Multiple Match" o en el artículo del blog "The thinking asexual" traducido en "El demonio blanco de la tetera verde". En cualquier caso, se considera uno de los planteamientos de referencia en el mundo del activismo relacional que cuestiona la hegemonía del modelo monógamo, tradicional en muchas culturas. En más detalle, según, la AR no promueve o restringe las prácticas sexoafectivas y en consecuencia no es una no-monogamia consensuada o ética, como las prácticas swinger (conocidas en algunos países como «liberales» por quienes las llevan a cabo, que consisten en actividades sexuales conjuntas en pareja con otras personas o parejas), las relaciones abiertas (que permite el sexo fuera de la pareja sin componente afectivo) y el poliamor, jerárquico o no jerárquico (múltiples parejas sexoafectivas con algunas relaciones subordinadas a otras o bien todas en igualdad). La posibilidad de las relaciones no monógamas es un efecto secundario de la antinormatividad de la AR porque la exclusividad sexual y afectiva como mandato no es admisible en tanto supone una coacción o un derecho de veto. Pero no porque exista una inclinación inherente a un número de relaciones dado (una o más de una: «mono», «no-mono» o «poli»).

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Cómo saber si eres un anarquista relacional (o estás con uno)

Una excelente explicación, la tomo textualmente de: https://www.revistagq.com/, citado en los créditos bibliográficos. Dice la autora (Sophie Saint Thomas) lo siguiente:

Inicio de la cita:

"...

Por ejemplo: mi novio es mi pareja íntima, mi portador de orgasmos, mi amigo de confianza y la persona con la que planeo compartir toda mi vida. Pero también tengo un mejor amigo que vive a mi lado y ocasionalmente pasa la noche en mi cama, aunque no nos acostemos. Mi otra mejor amiga es una mujer con la que solía salir y aún la quiero, pero ya no es una pareja romántica o sexual.

Del mismo modo, mi novio tiene amistades cercanas e íntimas con personas con las que alguna vez estuvo involucrado sexualmente. A pesar de nuestro compromiso mutuo, también nos damos espacio para esas otras relaciones íntimas. ¿Somos en realidad anarquistas relacionales que se engañan a sí mismos para creer que, según las estructuras sociales impuestas, somos monógamos?

La respuesta es no. ¿Pero va por ahí la cosa? En el 'Manifiesto de la anarquía relacional', Nordgren afirma: "No clasifiques y compares personas y relaciones, valora al individuo y tu conexión con ellos".

Para muchas personas, un compromiso con una pareja primaria o monógama es lo que mejor se adapta a sus deseos y necesidades. Esas personas podrían leer acerca de "personalizar sus compromisos" y sentir que ya lo han hecho al entrar en una relación monógama. Pero otras pueden encontrar en la anarquía relacional una forma sensata de equilibrar todas sus relaciones.

Sea como sea que disfrutes de tus relaciones, hay una frase en el 'Manifiesto de la anarquía relacional', en la sección llamada 'La confianza es mejor', que es tan tranquilizadora que tengo que compartirla: "Asumir que tu pareja no quiere hacerte daño es mucho más positivo que desconfiar y necesitar constantemente que la otra persona te valide para comprobar que está comprometido en la relación", escribe Nordgren.

Una relación tóxica en la que caen muchas personas, de la cual ciertamente soy culpable, supone que mi pareja me va a traicionar en algún momento. Es una posición cínica, desagradable y celosa. ¿Podría mi pareja amarme de verdad, nunca me querría hacer daño y desear lo mejor para mí? Esa es una mentalidad realmente buena.

Los anarquistas relacionales no ignoran el compromiso; simplemente lo hacen de manera muy diferente a los monógamos. Si piensas en tus amigos como parte independiente de tu pareja, pero no en alguien con quien subirías al altar (en una relación anárquica, es totalmente normal casarse con un compañero platónico), o quieres que todos tengan el mismo rango, imagínate lo sanas que pueden ser tus relaciones cuando asumes que las personas que te aman desean lo mejor para ti en mente. Ahora eso es lo radical.

..."

Fin de la cita

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Diferencias con el poliamor

Se diferencia del poliamor (aunque se lo puede considerar una corriente dentro del mismo o una práctica distinta) porque parte de la premisa de que no existe la necesidad de establecer una distinción formal entre los diferentes tipos de relaciones. Las personas anarquistas relacionales ven cada relación (sexo-afectiva o no) como un vínculo particular y no como un elemento dentro de una categoría establecida por las normas sociales, como por ejemplo “sólo amigos”, “en una relación”, “en una relación abierta», etc.

El término poliamor se ha empleado a veces como término paraguas para representar todas las prácticas que no exigen exclusividad afectiva y sexual.

Pero la Anarquía Relacional (AR) no se focaliza en desmontar la idea de la exclusividad afectiva y sexual sino en criticar el formato de los vínculos como categorías normativas cuyas características vienen dadas por una forma cultural de autoridad. Es decir, que plantea cambiar cómo nos vinculamos, no con cuántas personas nos vinculamos.

Explica Deb Barreiro, activista en Amor Libre Argentina (ALA): “El poliamor hace una jerarquía de las relaciones sexoafectivas (que pueden ser varias) por sobre el resto de las relaciones, y la anarquía relacional no hace jerarquías, tampoco le da poder a las etiquetas, si no le sirve no las usa y si las necesita para comunicarse las usa, pero no le da poder a diferenciar un novio de un amigo, son simplemente relaciones”. Anárquicas, es decir, al mismo nivel.

Deb Barreir
Deb Barreir tiempos de poliamor parejas abren la puerta de las relaciones multiples testimonio

En el artículo El anarquismo relacional no es poliamor de Olle Ekman (traducción en la página de ALA), dice: “Para nosotrxs, no necesariamente existe una diferencia clara entre amigxs y amantes. Nos importa el contenido único de cada relación, y no tanto en qué categoría cae la relación de acuerdo a ese contenido, a lo cual le sigue lo que creo que significa ‘anarquía’ en este contexto. He escuchado a personas que describen el anarquismo relacional literalmente como ‘la práctica de no organizar tus relaciones jerárquicamente’, y luego no saben explicar claramente qué significa eso en la práctica”.

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Desafíos

Sin embargo, tanto las relaciones abiertas como la anarquía relacional enfrentan sus propios desafíos. Uno de los desafíos comunes es la gestión de los sentimientos de celos. Aunque las relaciones abiertas y la anarquía relacional se basan en la honestidad y la comunicación, los celos pueden surgir cuando una persona ve a su pareja estableciendo una conexión emocional o sexual con otra persona. Manejar los celos puede requerir un trabajo emocional y una comunicación abierta y honesta para mantener la confianza y la seguridad en la relación.

Otro desafío es la aceptación social y la comprensión de los demás. A menudo, las relaciones abiertas y la anarquía relacional son consideradas fuera de la norma en muchas culturas y comunidades, lo que puede llevar a la discriminación, el estigma y la falta de aceptación por parte de amigos, familiares o la sociedad en general. Las personas que optan por estas formas de relaciones pueden enfrentar preguntas incómodas, críticas o rechazo, lo que puede afectar su bienestar emocional y su calidad de vida.

Además, la gestión de la comunicación y la toma de decisiones puede ser un desafío en las relaciones abiertas y la anarquía relacional. Con la ausencia de reglas preestablecidas o jerarquías, la comunicación clara y abierta se vuelve esencial para mantener la confianza y asegurarse de que todas las partes involucradas estén en la misma página en términos de expectativas y acuerdos. Tomar decisiones sobre qué relaciones explorar y cómo manejar los desafíos que surjan puede requerir una cuidados

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Conclusiones

La anarquía relacional es un enfoque más radical de las relaciones no monógamas. La anarquía relacional implica que no hay reglas preestablecidas o jerarquías en las relaciones. Los individuos en una relación anarquista son libres de explorar conexiones románticas o sexuales con otras personas sin restricciones. En una relación anarquista, la importancia se da a la autonomía individual, la honestidad y la comunicación abierta en todas las relaciones, sin jerarquías o privilegios.

Desde esta perspectiva se ve cada relación (sexo afectiva o no) como un vínculo particular y único, no como algo dentro de una categoría previamente establecida por personas ajenas a ese vínculo, es decir la sociedad de contexto. Etiquetas como amistad, pareja o relación abierta, son abolidas, en busca de que cada persona y su vínculo afectivo correspondiente se autodeterminen y denominen a su comodidad.

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Bibliografía consultada:

 

«https://es.wikipedia.org/»

«https://jorgedominguez.net/»

«https://www.revistagq.com/»

«https://psikipedia.com/»

«https://www.clarin.com/»