martes, 16 de abril de 2024

Sobre la Misandria

Así como existe aversión u odio hacia las mujeres (misoginia), también lo hay contra los hombres, y se le conoce como misandria, actitud negativa que genera discriminación sexual.

¿Sabes qué es la misandria? Aquí va el significado de manera literal: “La misandria o misoandria (del griego miso- 'que odia', y andrós 'varón')Misandria es un neologismo que hace referencia al odio o aversión hacia los varones o la tendencia ideológica o psicológica que consiste en despreciar al varón como sexo y con ello todo lo considerado como masculino. De hecho, es un concepto poco familiar en nuestro lenguaje.

La misandria puede manifestarse de diferentes maneras, que incluyen denigración, discriminación, y violencia contra el varón”. En pocas palabras, es el homólogo sexista de la misoginia. La existencia de ese término en el diccionario responde a una realidad que no se aborda con frecuencia: la violencia y la discriminación de género también se ejerce contra los hombres, aunque su dimensión no sea ni remotamente comparable con el alcance de las injusticias que genera la misoginia.

Consulta al licenciado en Psicología Sebastián Girona (Infobae)

El licenciado en Psicología Sebastián Girona (MN 44140) explicó que "así como la misoginia es el odio a la mujer, la misandria es odiar a los hombres y pensar que el género femenino podría prescindir de ellos".

El término surge a partir de la lucha femenina por levantar el sometimiento histórico del hombre y reclamar un mejor lugar en la sociedad con el objetivo de no ser considerada como un ser humano de segunda.

A diferencia de la androfobia, en la misandria lo que predomina es el odio o la aversión al hombre, el considerar al hombre innecesario para vivir

"Representa un extremo en la línea de pensamiento y en la mirada feminista acerca de cómo se generó la sociedad y qué lugar ocupó en el pasado la mujer, entendiendo que sólo el hombre es responsable único y exclusivo de la posición desfavorable que ocupó durante mucho tiempo", detalló el especialista, para quien "esta postura deja de lado cuál fue la responsabilidad histórica de la mujer para que esto sea de esa forma". Por este motivo son mayormente las mujeres las que las mujeres las que pueden presentar el odio a los hombres.

Si bien a veces la misandria se puede confundir con la androfobia, esta está relacionada con el miedo a los hombres y como toda fobia lo indica pasa por el temor. En cambio en la misandria lo que predomina es el odio o la aversión al hombre, el considerar al hombre innecesario para vivir.

"Una persona misandrica odia a los hombres, una mujer feminista no es misandrica, quiere reivindicar los derechos femeninos y eso no implicaría odiar a los hombres. Sería como un racismo de género", diferenció Girona, quien destacó que "así como la misoginia (odiar a las mujeres) es considerado un atraso en el pensamiento cultural del ser humano también se considera la misandria de la misma manera". "Representan en ambos casos pensamientos extremos y en ciertas situaciones, pensamiento patológico", consideró.

Un ejemplo de esto bien pueden encarnarlo las madres que frente a un proceso de divorcio conflictivo no dejan a los padres ver a sus hijos. Yendo al ámbito de la pareja pueden aparecer algunas frases que encierran el germen de la misandria, como por ejemplo algunas clásicas que se pueden escuchar en la boca de cualquier mujer como "todos los hombres son iguales" . "Estas frases también implican desligarse de la responsabilidad que todos tenemos a la hora de elegir a una persona", destacó.

"Funciona como un mecanismo de defensa, yo no tengo la culpa sino que todos son iguales -siguió Girona-. Si creemos que todos los hombres son iguales, esto quiere decir que elija lo que elija me va a ir mal, entonces yo no tengo nada que ver en el fracaso de una relación, todo lo malo que pasó es culpa del otro". Y agregó: "Es mucho más fácil y tentador echarle la culpa o poner la responsabilidad en el otro que en nosotros mismos".

Se podría decir en líneas generales que la palabra implica una fuerte connotación negativa acerca del género masculino. Las creencias detrás de una actitud como esta podrían ser "los hombres tienen todo el poder" o "los hombres son malos y las mujeres son buenas" o por otro lado "el hombre es responsable de todos lo malo que le pasa a la mujer". Se podría pensar que es un pensamiento simplificado y precario, desentendido de la complejidad de la sociedad.

"Ahora bien, si pensamos a la misandria en el momento de formar una pareja nos vamos a encontrar con algunos inconvenientes serios -observó-. Es muy difícil pensar en una mujer que odiando a los hombres pueda encontrar una pareja y sostenerla. Si ese pensamiento persiste y no se revierte o se modifica la pareja, más tarde o más temprano terminará o se convertirá en una pareja poco sana".

La misandria o la misoginia representan -como se dijo- pensamientos extremos y rigidizados. Esa suele ser la característica habitual de una creencia limitante y disfuncional.

"Es interesante poder investigar en qué momento comienza a desarrollarse la misandria para poder ver si tiene relación con alguna experiencia de vida o alguna situación puntual"

Además, estos pensamientos se presentan como certezas o sea que la persona que los tiene no duda ni un instante de eso. Es muy habitual también que en estos pensamientos se presenten categorías absolutas, explícitas o implícitas. Por ejemplo, si decimos "todos los hombres son iguales" ese "todos" implica que absolutamente "todos" son iguales o en el caso de la misandria es el odio a los hombres, está implícito que es a todos los hombres.

Según el especialista, "estamos hablando de algo que pensamos y que nos limita en el sentido de no poder formar pareja y al mismo tiempo nos hace mal".

"A veces cuando las cosas nos salen mal, aparece, en el diálogo interno, el autocastigo. Una forma de trabajar estos pensamientos es poder comenzar a ponerle límites a través de cuestionar y criticar estas 'certezas'. Pero para poder lograr hacer esto primero es necesario de que la persona pueda tener conciencia de esa situación de las consecuencias que le trae", consideró Girona.

Otra cuestión muy importante a tener en cuenta, según el especialista, es poder investigar en qué momento de la vida de esa persona comienza a desarrollarse la misandria para poder ver si tiene relación con alguna experiencia de vida o alguna situación puntual. En algunos casos, un pensamiento radicalizado como este puede tener origen en alguna situación puntual y haberse fortalecido en otros momentos.

"De una manera u otra, la misandria puede representar un problema en la vida de una persona y traerle diferentes dificultades, ya sea en la pareja, en el trabajo o en la familia", finalizó.

Manifestaciones en la sociedad

Uno de los espacios en los que se hace más evidente la misandria es en la aplicación de la ley y en el sistema carcelario. Por ejemplo, la Oficina Federal de Prisiones de Estados Unidos registra el 93.3 por ciento de la población carcelaria como del sexo masculino, mientras que en Latinoamérica solo un 8 porciento de quienes cumplen su sentencia en cárceles y no en regímenes de libertad condicional son mujeres. Por otro lado, la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC, por sus siglas en inglés) indica que el 78 por ciento de las víctimas de homicidio son hombres.

El libro “Misandria: el odio a los hombres”, de la autora canadiense Katherine K. Young, profesora emérita de la Universidad McGill, en Montreal, Canadá, “los movimientos feministas de 1970 han evolucionado a tal grado de convertirse en un doble estándar que discrimina a los hombres y victimiza a las mujeres, y esto ha provocado una estereotipación negativa de la masculinidad”. Según el criterio de Young, el feminismo ortodoxo hace que se tienda a ver al varón como un ser insensible, adictivo, torpe e “incapaz de identificarse con los signos de sensibilidad y nobleza”. Para la autora, esa visión y los sentimientos de aversión que genera son esencialmente una manifestación de misandria.

Hay muchos que consideran que las políticas estatales se están hacienda poco equitativas para los hombres y que, por ejemplo, no hay servicios de apoyo para hombres víctimas de violencia doméstica. En países como EEUU y Gran Bretaña, se documenta que el 40 por ciento de las víctimas de violencia doméstica son varones. En países de Latinoamérica, como Chile, estadísticas fiscales arrojan que más de un 22 por ciento de las víctimas de violencia intrafamiliar son hombres.

También se ve como una manifestación de misandria la represión a los hombres homosexuales. En muchas sociedades, especialmente en Latinoamérica, las personas homofóbicas suelen ser más comedidas en sus reacciones de odio hacia las mujeres lesbianas, que hacia los varones homosexuales. Las cifras de agresiones y asesinatos a hombres gay y mujeres trans son abismalmente superiores, en comparación con las lesbianas y hombres trans.

Opiniones de la diputada Malena González Rivera (Durango | México)

Para finalizar, recojo y anexo declaraciones muy pertinentes de la diputada Malena González Rivera (Durango | México), quien recalcó que es una actitud negativa que genera discriminación sexual.

diputada Malena González Rivera

Así pues, la representante popular argumentó que la violencia tampoco distingue género.

La misandria también es sexismo; también es una conducta de distinción y exclusión que tiene por finalidad obstaculizar, restringir, impedir, menoscabar o anular el reconocimiento, goce o ejercicio de los derechos humanos de los varones.

Expone que la hostilidad hacia los varones es, en otras palabras, un sexismo antimasculino.

Debemos eliminar los estereotipos que existen en el marco social y cultural del entorno familiar, respecto a los roles que cada individuo asume de acuerdo al género al que pertenece y entender que las distinciones nunca podrán ser motivo de aversión hacia nuestros semejantes, sean hombres o mujeres.

Es enfática al decir lo siguiente:

La misandria representa el otro extremo de una misma línea prejuiciosa y tendenciosa de pensamiento, pues tan excesiva, discriminatoria e inmoderada resulta la manifestación de misoginia, como la conducta de una persona que muestra hostilidad a los hombres.

 

 

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Bibliografía consultada:

 

« https://www.gq.com.mx/ »

« https://congresodurango.gob.mx/ »

« https://www.infobae.com/ »